Una foto no vale más que mil fotos

Jerry Uelsmann era profesor en la Universidad de Florida.

Su especialidad era la fotografía.

Al inicio de un semestre, quiso demostrar algo a sus alumnos. Algo que a ti, hagas lo que hagas, también te interesa.

Para ello, dividió la clase en dos grupos.

Los de la izquierda, grupo A.

Los de la derecha, grupo B.

El primero era el grupo cualitativo: debían entregar su mejor foto al final del semestre y de ella dependería la nota final.

El segundo era el grupo cuantitativo: su evaluación dependería del número de fotos entregadas.

Los resultados sorprendieron a muchos, aunque no a Uelsmann.

El grupo A había tenido 6 meses para hacer la foto perfecta, pero…

Las mejores fotos fueron producidas por el grupo cuantitativo.

Y la explicación es sencilla.

Durante esos 6 meses, el grupo cuantitativo había estado ocupado sacando fotos, experimentando y aprendiendo de sus errores.

El grupo cualitativo no había hecho más que especular sobre la perfección.

Esto es algo muy común.

Nos centramos en descubrir la mejor manera de hacer algo…

Y al final nunca nos ponemos manos a la obra de verdad.

Pasa en cualquier disciplina.

En Twitter lo veo mucho.

Ayer mismo, una persona me decía que desde que me leía había decidido que quería meterse de lleno en esto del email marketing.

Pero ¿cuánto hacía que me había empezado a leer?

Creo (y estoy bastante seguro) que bastante.

Así que se lo dije claro: «Empieza ya, entonces».

Porque cuando la preparación se vuelve una manera de postergar las cosas… hay que coger el toro por los cuernos.

Si no nunca lo harás, créeme. Uno se puede preparar todo lo que quiera. Durante años, incluso. Pero sin HACER no aprenderá.

Para sacarte un dinero extra o potenciar las ventas de tu negocio con email marketing…

Necesitas empezar a escribir emails y enviarlos.

Al principio serán malos.

Luego, poco a poco, irán siendo decentes.

Y antes de que te des cuenta, serán buenos emails y obtendrás resultados.